Sería perfecto si el amor tuviera un GPS: "Nueva dirección: evitar la zona de amigos". Sin embargo, el amor no trae instrucciones claras. Este enigma del romance moderno, donde uno entrega el alma pero recibe un cariñoso "eres como mi hermano/a", ha sido analizado en miles de conversaciones. Analicemos las razones detrás de este fenómeno, sus causas y posibles soluciones.
¿En qué momento pasamos de pretendiente a amigo?
Ese concepto define el desafortunado destino de quienes desarrollan interés romántico por alguien que solo ve una gran amistad. En ocasiones, surge de una cercanía demasiado amistosa que excluye la atracción. Para uno es una posibilidad de amor, para el otro una relación de hermandad. Este es el origen del problema.
¿Existe una forma de cambiar esta situación?
A mi blog ver, no hay garantías, pero si algo enseña la vida, es que todo tiene una solución (bueno, casi todo). Marcar intenciones claras desde el primer momento evita malentendidos. Mostrar atracción con naturalidad puede abrir nuevas posibilidades. Si el "afortunado/a" no responde igual, al menos no habrá falsas esperanzas.
Pensamiento Final
Si la situación es incómoda, es mejor tomar distancia. Lo más sano es enfocarse en relaciones recíprocas.